Repsol alerta de que Europa "no va en la dirección correcta" porque "ordena y regula al ciudadano"

Repsol ha celebrado hoy jueves su junta general de accionistas, que ha destacado por el respaldo a la reelección de Antonio Brufau en su cargo de presidente no ejecutivo de la compañía, así como la del consejero delegado, Josu Jon Imaz, ambos por cuatro años más.

Brufau, que en 2019 había anunciado que dejaría el cargo en 2023, continuará así un mandato más, hasta 2027, formando tándem al frente de la compañía con Imaz.

La junta –durante la cual la compañía ha aprobado un dividendo complementario de 0,35 euros brutos a abonar el 6 de julio y otro de 0,375 euros para enero de 2024– también ha estado marcada por un gran componente político. En este sentido, el presidente Antonio Brufaz ha advertido de que Europa “no va en la dirección correcta” y corre el riesgo de quedarse fuera de la pugna por la hegemonía mundial entre Estados Unidos y China, que se han erigido en los “dos grandes ejes económicos e industriales potentes” en el actual contexto internacional.

Los argumentos esgrimidos hoy por Brufau recuerdan mucho a las palabras que ya pronunció hace algunas semanas, por las que aseguró que la transición energética va a ser “carísima”, deslizando que “los ciudadanos lo van a pagar”.

Europa, en una esquina

Al mismo tiempo, Brufau ha asegurado hoy que “existe el riesgo de que Europa quede en una esquina, que sea un subcontinente occidental de un componente de Europa mayor que sería Eurasia”, dijo, añadiendo que el Viejo Continente se puede ver desplazado a “la periferia de un gran núcleo económico”. Y, en esta línea, ha recalcado que Estados Unidos “incentiva la inversión”, mientras que “Europa ordena y regula al ciudadano”.

Así, también ha destacado que, si bien la Unión Europea ha mirado mucho por “la parte social, la parte humana y las necesidades que el planeta tiene de descarbonizar” en el año 2050, se ha descuidado la posibilidad de que la industria europea “tenga también su progreso”.

“Europa tiene que entender que la transición energética o sirve para fortalecer nuestro sistema tecnológico y nuestro tejido industrial o se convierte en una plataforma extractiva de nuestros recursos públicos para aumentar las bases tecnológicas e industriales de otros países”, ha añadido.

Las duras críticas del presidente de Repsol se suman a las ya efectuadas por su CEO, Josu Jon Imaz, quien viene alertando de que la prohibición del coche de combustión “es un grave error” y que sería necesario “descarbonizar con tecnología y no con ideología“. Al mismo tiempo, Imaz también ha llegado a señalar al Ejecutivo español, acusándolo de promover una “movilidad sólo para ricos” y reprochándole que no haya apostado por la inclusión de los ecocombustibles entre las tecnologías necesarias para un futuro más sostenible.

Fuente: Libertad Digital