¿Por qué subir el SMI es nefasto para el empleo y peor aun para los más desfavorecidos?

Desde 2018 el SMI ha subido un 47% Sin embargo el poder adquisitivo de ese salario mínimo sólo ha subido un 25% (si calculamos que en 2023 terminemos con una inflación del 3,5%).

Pero, más allá de los números, qué hace la subida del Salario Mínimo. En realidad, la subida brutal del Salario Mínimo destruye empleo, como todas las políticas intervencionistas sobre el mercado laboral.

Los progres, que son los que defienden este tipo de medidas, sólo miran en una dirección. Y es la de la infantil lógica que dice que imponiendo un salario mínimo, aquel que cobre lo mínimo que se despacha verá subir su salario hasta lo que se considera un sueldo digno y que determina, dicho sea de paso, el ministro de trabajo de turno. A partir de ahí, todo son ventajas. Más dinero disponible, más consumo y más riqueza. Así, por arte de magia y mediante la inscripción de una nueva norma en el BOE, mejoras la salud laboral del país. Pero nada más lejos de la realidad.

¿Qué es lo que ocurre en realidad? Básicamente que las capas más desfavorecidas de la sociedad, aquellas que sólo pueden acceder a los trabajos más precarios se les precariza más. Muchos de ellos van al paro y lo que no se ve: muchos no tendrán la oportunidad de salir de él .

Un empresario intentará emplear a alguien cuya productividad sea mayor que su coste. Es lo que se conoce como el valor descontado de su productividad marginal.

Esto significa que si para hacer crecer mi negocio necesito mano de obra pero el retorno que obtendré por su trabajo es menor que el salario mínimo… no lo contrataré. Tendrá que redimensionar mi empresa, condenarme a no crecer nunca, o directamente cerrar. Con lo que se destruye empleo y lo que es peor, se cierra la puerta a la oportunidad de crecer y crear negocio.

Fuente: Libertad Digital