La muerte de Superman: una nueva edición del clásico que se atrevió a matar al héroe
No vamos a discutir un hecho tan evidente como la popularidad de Superman. Es junto a Batman lo que, décadas después, se sigue vendiendo a raudales cada vez que sale alguna cabecera o aventura del personaje en DC. Su ‘S’ en el pecho es mundialmente conocida y dudo que haya alguna generación que no tenga presente lo que significa. Superman es, por lo tanto, historia viva de los cómics y a la vez historia viva de la sociedad en general. Por eso lo que ocurrió cuando murió en 1992, aunque no tardase mucho en resucitar, supuso un hito para la cultura pop de este nuestro querido planeta Tierra. Hoy trataremos ese tema y por supuesto ese cómic.
En aquel momento, la idea de Dan Jurgens, Jerry Ordway, Roger Stern y Jon Bogdanove supuso un impacto tremendo llegando incluso a salir en los telediarios de todo el mundo como una noticia de interés general. Hasta ese punto llegaba y llega actualmente la importancia de Superman en nuestra sociedad. Atreverse a matarle, defenestrar a ese ser de otro planeta que se antojaba indestructible parecía un pecado capital, sin embargo, bien hecho y con el villano Doomsday (Juicio Final) a la cabeza supuso un acierto tremendo en fondo y forma.

Como es un cómic clásico de importancia histórica se pueden imaginar la cantidad de veces que se ha editado y los diferentes formatos que el lector tiene a su disposición. Ahora ECC incluye esta historia en sus ‘Grandes novelas gráficas de DC’ que junto a las ‘Grandes Novelas Gráficas de Batman’ han supuesto un regreso a la palestra de todo tipo de historias.
Antes de seguir, vamos con el apartado técnico del cómic: guion de Dan Jurgens, Roger Stern y Louise Jones Simonson, dibujo de Jurgens, Ordway, Bogdanove, Jackson Guice y Tom Grummett, contiene Action Comics núms. 683-684, Adventures of Superman núms. 496-497, Justice League America núm. 69, Newstime: The Life and Death of Superman, Superman núms 73-75, Superman: The Man of Steel núms. 17-19 USA, cartoné tapa dura, 198 páginas y un precio de 27 euros.
Vamos con la reseña
Un toma y daca a muerte entre dos colosos
Para aquellos que aún no conozcan esta historia lógicamente el final esta claro. No hay posible acusación de spoilers aquí. Superman muere. Punto. No hay más. Y lo mata un villano que de repente apareció de la nada y acabó por convertirse durante mucho tiempo en el ‘villano’ por excelencia. ¿Cómo no ser el gran villano si has matado a Superman? Eso fue Doomsday para los lectores. Doomsday, su nombre más conocido, porque si le tengo que poner un ‘pero’ a este cómic es que traducen su nombre y le llaman Juicio Final. Bueno, es un ‘pero’ pequeño, porque el resto del cómic, como pasó la primera vez que lo leí, me ha encantado.

El argumento es de sobra conocido. De una ‘prisión’ bajo tierra aparece un monstruo que va arrasando todo lo que se pone delante de él, incluyendo en primer lugar a la Liga de la Justicia, a la cual destruye como si en vez de superhéroes fuesen niños pequeños ante un gigante. El paso de las páginas provoca en el lector una sensación de brutalidad imparable. Empiezas a sentir durante la lectura que no es posible vencer a este Doomsday. Es cuando aparece Superman, que tiene primero una pequeña aventura normal al inicio del tomo, cuando empiezas a darte cuenta que aquí hay algo entre manos que puede ser y fue algo muy diferente a lo habitual. Según el monstruo se acerca a Metrópolis, Superman empieza a comprobar que haga lo que haga, no puede con él y lo peor de todo, tiene la sensación de que cada vez que lo consigue tumbar, Doomsday renace aún más fuerte y con su cuerpo mutando hacia algo más peligroso y mortal. Todo ello acaba desembocando en una batalla final tremenda en la que la última grapa está organizada en splash pages del combate, hecho que aumenta la grandeza de la lucha en esa recta final.
El cómic es acción pura y dura. Entretenimiento de fácil lectura con dos colosos dándose golpes a diestro y siniestro mientras el público espera al desenlace final. No hay una gran carga de diálogos reflexivos y filosóficos salvo, quizá, en los momentos finales entre Clark y Lois con la muerte del primero cerca de producirse. Es ahí donde la carga emocional se dispara y lo bueno que tiene esta edición es que la splash page final con Superman muriendo en brazos de Lois tiene un página desplegable para ver ese momento a lo grande y en su máximo esplendor.
Aprovecho para dejaros varios ejemplos del dibujo:


A nivel artístico, el dibujo es propio de los 90 aunque con un toque clásico de década anteriores y repleto, como no, de crudeza y sangre. La pelea entre Superman y Doomsday es titánica y la evolución de la mutación del monstruo con huesos afilados saliéndole de cara y cuerpo genera una panorámica final de este engendro que en su día impactó al público y que hoy en día sigue causando efecto y miedo a la hora de imaginar semejante ser descontrolado y caótico.
No es un cómic tremendamente elaborado y complejo. Ojo, tampoco lo pretende. Plantea una lucha a muerte sin pausa y sin control, hecho que querían hacer sentir al lector y que en líneas generales consigue. A mí al menos, siempre que lo leo, me hace sentir en una cuenta atrás que irremediablemente acaba con la muerte del héroe.
En cuanto a la edición, como pasa con el resto de ‘Grandes novelas gráficas de DC’, es estéticamente acertada, eligiendo bien las fotos de la portada e incluyendo algún que otro extra interesante para el fan. Podemos ver, por ejemplo, lo que se ‘publicó’ en la prensa cuando murió Superman.
Conclusión: una nueva oportunidad de tener este clásico de los cómics en cartoné. Si no lo has leído nunca, adelante. No debe haber ningún tipo de temor entre los más jóvenes a este tipo de clásico noventero. He sentido dolor como noventero al decir que esta época es un clásico…. Su narrativa y su ritmo han envejecido perfectamente. Si lo has disfrutado ya y quieres una nueva versión, adelante también. Si gustan, disfruten de la lectura.
Fuente: Libertad Digital