Luego de pasar casi cinco meses detenido en condiciones extremas en la prisión venezolana Rodeo I, el ciudadano estadounidense David Estrella, de 64 años, compartió el testimonio de su experiencia ante CNN. En su relato denunció tratos crueles, detención sin cargos y aislamiento total, en lo que califica como una pesadilla vivida desde el momento en que intentó ingresar a Venezuela desde Colombia.
El arresto ocurrió el 9 de septiembre de 2024, cuando cruzaba la frontera desde Cúcuta con intención de visitar a unos amigos. Aunque viajaba con pasaporte ecuatoriano —por su doble nacionalidad—, funcionarios le exigieron el pasaporte estadounidense. Luego de interrogarlo brevemente, le confiscaron el teléfono, lo esposaron, le cubrieron el rostro y lo subieron a un avión rumbo a Caracas. “Pensé que me iban a matar”, confesó.
En la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar comenzó su calvario. Pasó más de dos días sin comida, sin acceso al baño, sin contacto con otras personas. Posteriormente fue trasladado a Rodeo I, una cárcel de alta seguridad donde permaneció encerrado sin cargos formales, sin juicio y sin acceso al mundo exterior. Compartía celda con otros detenidos y fue señalado de ser “espía” del gobierno estadounidense, sin que existiera prueba alguna.
Estrella contó que las condiciones en el penal eran inhumanas: espacios reducidos, sin baño, sin luz natural ni atención médica. “Llega un punto en el que te pierdes a ti mismo”, dijo. Su quiebre emocional llegó el día que se suponía debía asistir a la boda de su hijo: “No pude estar allí, y él me estaba esperando”.
Su liberación se produjo de forma inesperada el 31 de enero de 2025, junto a otros cinco estadounidenses detenidos. Ese mismo día, el enviado especial Richard Grenell viajó a Caracas y sostuvo un encuentro con Nicolás Maduro. La reunión derivó en un acuerdo que permitió la liberación de ciudadanos estadounidenses y la aceptación del retorno de venezolanos deportados por EE. UU.
Tras su liberación, Estrella permanece en su casa en Nueva Jersey, intentando recuperarse de las secuelas físicas y psicológicas. No ha salido mucho desde entonces. “Este fue el momento en que pudimos desahogarnos”, dijo mientras mostraba una fotografía tomada dentro del avión, ya en libertad.
El caso de Estrella no es aislado. Según la ONG Foro Penal, al menos cinco estadounidenses seguían detenidos en Venezuela para marzo de este año, acusados sin pruebas de ser espías o mercenarios. Desde Washington, el Departamento de Estado condenó estas prácticas y reiteró su exigencia: “Todos los estadounidenses detenidos injustamente por el régimen de Maduro deben ser liberados de inmediato”.
3eravoz @soyjosecorrea
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