El gobierno de Estados Unidos ha negado categóricamente que la reciente salida de cinco opositores venezolanos refugiados en la embajada argentina en Caracas haya sido fruto de una negociación con el régimen de Nicolás Maduro. Funcionarios estadounidenses han calificado la operación como una «extracción precisa», subrayando que no se realizaron concesiones ni acuerdos previos.
Los opositores, vinculados al partido Vente Venezuela liderado por María Corina Machado, permanecieron más de un año en la sede diplomática bajo condiciones adversas, incluyendo cortes de energía y agua. La embajada, bajo la protección de Brasil tras la ruptura de relaciones diplomáticas entre Argentina y Venezuela, fue objeto de vigilancia constante por parte de las autoridades venezolanas.
La operación, que culminó con el traslado de los activistas a territorio estadounidense, ha sido celebrada por la oposición venezolana como una victoria significativa. Sin embargo, el gobierno de Maduro ha ofrecido versiones contradictorias sobre el suceso, negando que se tratara de un rescate y sugiriendo que los opositores salieron por voluntad propia.
Este incidente pone de relieve las tensiones persistentes entre Estados Unidos y Venezuela, así como las dificultades que enfrentan los opositores al régimen de Maduro. La comunidad internacional continúa observando de cerca la situación, mientras se intensifican los llamados a favor de la liberación de los presos políticos y el respeto a los derechos humanos en el país sudamericano.
3eravoz @soyjosecorrea
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