Luis Herrera Campíns, el Rómulo Betancourt de Copei…

El discurso político venezolano improvisado o escrito del siglo XX tuvo dos interesantes exponentes: Rómulo Betancourt y Luis Herrera Campíns. Del primero, dijo el socialcristiano Rodolfo José Cárdenas que su oratoria era “única, ligera, perspicaz, mañosa y chispeante, talentuda y astuta, avispada y risueña con puntas de bellaquería y retozona y traviesa como el pueblo venezolano”. En aquel sentido, el doctor José Rodríguez Iturbe encuentra similitud en el atípico lenguaje de Luis Herrera Campíns y Betancourt “por la utilización de términos poco comunes en el uso habitual”, citando expresiones como “de modo testudineo” (propio de la tortuga), “estar siempre embracilado” (traído continuamente en brazos) y “sería cimógeno de conspiraciones” (se dice de las bacterias que originan fermentaciones).

En Luis Herrera Campíns, los refranes fueron un estilo directo al pueblo. Uno de los más famosos, con motivo del triunfo presidencial del comandante Hugo Chávez Frías, sería “A ponerse las alpargatas, que lo que viene es joropo” –dicen–, añadiendo que el joropo que venía era aragüeño, porque es el más meneado de todos. Brincos y vueltas, zapateo y figuras. Estilo que popularizó a Copei, llegándose a decir que era el Rómulo Betancourt copeyano. De lo que sí no hay duda es del mutuo respeto que se desprende de la invitación a un almuerzo en Los Teques (1963) al notificarle la imitación de las sesiones del Congreso de la República. Allí, ante privilegiados invitados, le diría: “Tú eres político, no hagas demagogia” y en 1981 asisten juntos a un juego de beisbol en Nueva York, siendo Herrera Campíns presidente…

Rómulo Betancourt utilizaría anglicismos antiguos en sus discursos que llegaban al pueblo. Palabras como “parafernalia” en referencia a los adornos del neorriquismo, “hampoducto” en referencia al hampa sobre el patrimonio público, “sicofante” para el político cínico, “obsoleto y periclitado” para lo viejo.

Sobre esos particulares nos remitimos al ensayo de Miguel Peña Samuel “A casabe” (El Impulso, 13.11.2021), para quien…  “Muchas de las frases o expresiones populares en Venezuela están cargadas de ironía, humor, doble sentido, pero, sobre todo, de mucha chispa criolla. Del reino animal hemos tomado inspiración para expresiones memorables como la vieja sentencia de que… “a cada cochino le llega su sábado”, ese día fatal en donde el pobre chancho recibe el “palo cochinero”

…La moderna publicidad se ha aprovechado de nuestras expresiones populares para ofrecer productos “a precio de gallina flaca”. “Cuidado, te pisa una rueda de tomate”. Si llegabas muy temprano a una fiesta, se te acusaba de “llegar a freír los tequeños…” La exageración es un recurso expresivo presente en el habla del venezolano. … “Tengo plata como arroz picado”, “más apretados que sardina en lata” o “más fresca que una lechuga”. En cuanto a las relaciones amorosas, quienes le coquetean a la pareja de otro le están “soplando el bistec” o “pellizcando la arepa”…

Sumemos a ello la ubicación de refranes en la política, donde se destacaría precisamente el expresidente Luis Herrera Campíns. “Militar está con el gobierno hasta que se alza”.  «Maluco que es, ganarse trescientos bolos con un fuerte”, cuando le preguntaron por el auge del juego de terminales. En otra ocasión, un periodista le preguntó sobre el Ayatolá y le respondió: “No le jurungo el rabo a perro que no conozco”.

En una ocasión, durante una entrevista, la periodista Sofía Ímber le dijo: “Con los refranes yo creo que usted habla por el pueblo, es la vez que usted representa más al pueblo venezolano». Herrera Campíns le respondió: «Habló con el pueblo, con la voz del pueblo». Programa: Buenos días, Venevisión (17-04-1991)

Que Luis Herrera Campíns haya popularizado a Copei, no quedan dudas, porque es posible que, conociendo al pueblo adeco, sintiese la necesidad de hablarle en el lenguaje que precisamente le hablaba Rómulo Betancourt. En todo caso, volvamos con el doctor José Rodríguez Iturbe: “Lo que diferencia, en mi opinión, a Luis Herrera de Rómulo Betancourt, es que en Luis Herrera existe un estilo de mayor lozanía castellana que en Rómulo Betancourt». Por paradójico que parezca, los térmicos poco comunes usados por Luis Herrera son usados con naturalidad; casi siempre la expresión no luce rebuscada o forzada. En Luis Herrera hay una frescura de estilo y ribetes poéticos que no existen en Betancourt. Sí, en Luis Herrera, tales términos no hacen recargados, farragosos, barrocos los párrafos; en Betancourt, a menudo, sí los convierten, sí, al igual que en Betancourt, en llamativos…

Lo cierto de todo lo precedente es que, a juicio del doctor Gerhard Cartay, “hubo sin duda una especial conexión entre estos dos líderes políticos y presidentes de Venezuela”… Hubo una especial admiración del más joven por aquel veterano luchador y dirigente que se había estrenado en las luchas antigomecistas cuando Herrera Campíns apenas tenía tres años de nacido”. Y de parte de Betancourt resulta obvio afirmar que sentía una manifiesta simpatía por el dirigente copeyano. Entre ambos hubo también una relación de respeto y afecto común. No han faltado quienes en su momento señalaron que Herrera Campíns tenía un estilo y un lenguaje muy próximo a la manera adeca de hacer política.

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