La gran estafa a los trabajadores

Foto: AFP

El Primero de Mayo se celebra internacionalmente, en casi todos los países, el Día del Trabajador. Los trabajadores en ese día demuestran su fuerza gremial y los logros alcanzados en beneficio del trabajo. En los países en donde existen regímenes comunistas no hay nada que celebrar; si bien hacen desfiles, estos lo realizan los sindicatos bajo el dominio del poder que obligan a los trabajadores del sector público a la asistencia. No hay motivo de celebración, pues los trabajadores son aplastados por el partido y la camarilla gobernante. Obviamente, los trabajadores libres salen ese día para protestar por la situación de humillación a la que son sometidos y para reclamar sus justas reivindicaciones salariales y mejoras en sus prestaciones al final de su vida laboral.

En los países democráticos ese día es una fiesta, normalmente se hacen anuncios positivos para la clase trabajadora. En Venezuela, era habitual que se hiciesen anuncios de las mejoras para la clase trabajadora. En la época de la dictadura chavista, en los primeros años, el bocazas se jactaba de brindar mejoras a los trabajadores, pero pronto la voracidad de la clase gobernante prefirió embolsillarse los reales que hacer mejoras a la clase trabajadora. El bocazas que gritaba criticando los bonos, más temprano que tarde  impuso, como política favorita laboral, los bonos pulverizando los salarios y las reivindicaciones de prestaciones sociales. 

Política que han continuado sus sucesores. Maduro año tras año, a veces mes tras mes, anuncia bonos con nombres rimbombantes, como Bono de Guerra, Bono de Fidelidad, etc., pero que no tienen trascendencia en el salario. Estos se mantienen en los niveles más bajos del mundo. Así se sumen los bonos, que son dados a los que son fieles al partido oficial, los ingresos de los trabajadores son de hambre. No son suficientes para cubrir la cesta familiar, lo que en términos globales significa que en el país 62% de la población está en situación de pobreza. La pandilla cívico-militar gobernante niega salarios dignos a los trabajadores, mientras ellos se roban la riqueza nacional y la ostentan groseramente.

Por supuesto, no dudan en perseguir a los dirigentes sindicalistas que defienden a sus gremios, a los que se ponen al frente para reclamar lo justo. A estos dirigentes los persiguen y los encarcelan bajo la cantaleta oficial de traición a la patria y alteración del orden público. En este Primero de Mayo reciente fueron múltiples las protestas en todo el país, pero igual, en todos lados fueron reprimidos o impedidos de desfilar por los cuerpos represivos. Es una manifestación más de la posición antiobrera de la pandilla.

Los gremios más perseguidos por la pandilla han sido los dirigentes sindicales libres y los periodistas. Prácticamente son actividades que están prohibidas por el régimen si no están a su sumisión. No admiten sindicatos libres ni mucho menos prensa libre. La asociación internacional de prensa expresa que en Venezuela es imposible ejercer el periodismo libre. Todo tiene que estar a su servicio y respaldando su perpetuación en el poder.

Es opinión generalizada que para que exista paz y progreso debe haber libertad. Evidentemente que no basta esta condición de libertad, sino que ella esté acompañada de justicia social. Significa que el trabajador debe ser remunerado en forma justa y suficiente para sí y la familia. Implica que se reconozca la dignidad del trabajador. Que se reconozca que tiene derechos a asociarse libremente, derecho a la huelga y, al fin de su vida laboral, a una pensión que cubra sus necesidades y le permita vivir la vejez. También es condición necesaria para el progreso y la paz que haya transparencia, que exista información veraz, lo que exige libertad de información, prensa y medios de comunicación libres que lleven a la sociedad fidedigna.

Con el régimen de Maduro los trabajadores no han tenido que celebrar, solo garrote y humillaciones, persecuciones y acorralamientos. Estamos seguros de que los trabajadores, de toda actividad o profesión, haremos causa común para alcanzar las libertades, el reconocimiento de nuestros derechos y poder reconstruir el Estado de derecho, la democracia y una patria inclusiva de todos en un marco de progresos y justicia social. ¡Hasta el final! 

 

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