Foto: AFP
Redacto mirando el televisor cuando lo trasladan al sitio que escogió para su sepultura y “descansar en paz”. La inmediata visión de esta ceremonia permite avizorar que ha sido una lección especial para creyentes y militantes políticos de todas las toldas religiosas incluyendo la suya. Pero también para los mandatarios y victimizados residentes planetarios obligados a ser indiferentes ante las decisiones políticas de las cúpulas.
La globalización tecnológica es un arma de doble filo tan o más peligrosa que un misil nuclear, porque acerca multitudes a la noticia mientras sucede y al mismo tiempo las aleja de intereses políticos tradicionales. El culto personal hacia este Papa refleja cómo a través de una liturgia difundida por el Estado más organizado del mundo desde los tiempos de la Inquisición medieval acerca físicamente a fieles creyentes, curiosos y turistas de paso por Roma, logrando unidad, presencia y sumo interés, elementos que fracasan día a día en instituciones antes efectivas y consagradas como la ONU, la OTAN, la des-Unión Europea, los líos internos en la CIJ en La Haya, en fin, los esfuerzos inútiles por salvar al planeta de una destrucción avanzada que proviene exactamente de sus propios habitantes.
Aunque los musulmanes religiosos pasivos se multiplican por toda Europa también los activos en terrorismo tienen cada vez más puertas abiertas en esa región tan compleja del mapamundi. Esta división se expande por las tres Américas al mando de los totalitarismos dominantes, a saber el ideológico capitalismo ruso con Vladimir Putin a la cabeza, el chino centrado en el mercantilismo práctico, la delincuencia muy planificada que en disfraz democrático se sustenta con falsificados votos a través del comercio exitoso con drogas letales.
Al mismo tiempo es un evento que resalta la criminalidad evidente de grupos ultrarreligiosos fanáticos por igual en Siria, Israel, Gaza, zonas africanas, guerrillas latinoamericanas y delincuentes estadounidenses casi todos jóvenes que invaden poblaciones para imponer sus dogmas a través del terror que ejecutan en nombre de sus dioses como son Fidel Castro, Hugo Chávez Frías o Luiz Inácio Lula da Silva en y el gremio de multimillonarios en Estados Unidos.
El papa Francisco, que en su momento bendijo a dictadores como los citados, deja por ahora el espejo universal de un suicida culto bíblicamente llamado Apocalipsis. Asunto estrictamente humano de la deshumanizada humanidad… drama para analizar a fondo por especialistas en la materia.
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