Una tormenta legal se avecina sobre el expresidente Donald Trump luego de que un juez federal iniciara el proceso para declarar en desacato a su administración por no acatar una orden judicial. A pesar de la instrucción de detener la deportación de más de 200 migrantes, en su mayoría venezolanos, dos aviones terminaron aterrizando en El Salvador.
La acción fue calificada como un “completo desprecio” por parte del magistrado James Boasberg, quien advirtió que permitir que el Ejecutivo ignore sentencias judiciales sería una burla a la Constitución estadounidense. Esta situación ha abierto una batalla sin precedentes entre la justicia y el poder político.
Trump activó una antigua ley de 1798, diseñada para tiempos de guerra, alegando que los migrantes tenían vínculos con organizaciones como el Tren de Aragua. Sin embargo, investigaciones periodísticas revelaron que la mayoría de los deportados no posee antecedentes penales.
El caso ha levantado fuertes críticas de organizaciones como Human Rights Watch, que denunció una posible “desaparición forzada” de los migrantes y apuntó también contra el papel de El Salvador por aceptar su reclusión en la megacárcel CECOT a cambio de una millonaria suma anual.
3eravoz @soyjosecorrea
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