Tierra de Gracia: Los venezolanos siguen pensando en irse

Con un error de (+/-) 2,91% y un nivel de confianza del 95%, la encuestadora Meganálisis dice que los venezolanos, al filo de finales de marzo, siguen pensando en huir de su país. Y que, para regresar, la condición principal es que Maduro y su gobierno salgan del poder. Parece un mandato claro a quienes deben impulsar esa salida

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La encuesta, ésta como otras, dan un panorama general orientativo.  Datos y sensaciones que uno puede tener al ver y analizar la sociedad venezolana; un estudio, bien planteado como este, dan por cierto lo que ya se intuía. La emigración, inédita en Venezuela hasta que se implantó el chavismo, es el síntoma más claro de la descomposición que ha perpetrado el régimen bolivariano. Una ingeniería social cuyo objetivo ha sido eliminar al opositor político tratándolo como un enemigo a abatir, y no como un adversario. Toda acción la ha ejecutado en ese sentido: encarcelar, eliminar físicamente y empujar a más de siete millones de ciudadanos del común a exiliarse por tierra, mar y aire. El castrismo cubano ya lo había puesto en marcha. Tampoco era nuevo, los bolcheviques le enseñaron el camino de tal ingeniería.

Los encuestados, bajo el anonimato indispensable ante un Estado comunistoide represivo, hablan con el sentimiento de decir la verdad. Y expresan opiniones que no suelen ocupar titulares de la prensa. Manifiestan que su pésima calidad de vida y sus escasos ingresos son culpa directa de la corrupción y mala gestión del chavismo. La de un coronel, que prometió el Paraíso y les ha construido el Infierno. 8 de cada 10 venezolanos aseguran que Maduro y su camarilla gobiernan contra el bienestar de sus ciudadanos.

Casi 85% de los hogares venezolanos han sentido el apretón económico en el primer trimestre de 2025. Sólo 0,27% de la población ingresa más de 1.000 dólares al mes, mientras que 96% recibe por su trabajo no más de 500 dólares/mes. La canasta básica alimentaria ronda los 650/dólares/mes para una familia pequeña. Se entiende que una parte de esos ciudadanos piensen en irse de su país, cosa nada fácil de realizar, dado los exiguos ingresos.

Tras el triunfo electoral de Edmundo González Urrutia, y el robo de las elecciones por la dictadura, han pasado casi 9 meses y 4 de cada 10 venezolanos se plantea irse del país. Claro que no es fácil tomar esa decisión. Por tierra o mar es transitar por rutas de alta peligrosidad. Pagar un vuelo, un costo que pocos pueden permitirse. Y la razón generalizada de quienes creen que la opción es irse, es no ver un cambio de gobierno en el horizonte cercano. La encuesta señala que, sobre 800.000 venezolanos adultos tienen la firme decesión de salir de su país lo antes posible. Puede que muchos sean atraídos por familiares que ya se establecieron en el exterior.

Esa sensación de «sálvese quien pueda», de saltar por la borda ante un país que se hunde cada día más, no ha mermado la confianza en los líderes políticos que manejaron el éxito en las urnas de votación en julio del año pasado. La confianza sigue estando en María Corina Machado y Edmundo González Urrutia en 74% y 53%, respectivamente. Mientras, Maduro sólo alcanza 9,5%. Mantienen en su memoria, estos encuestados, que aquel proceso electoral fue un hito en la lucha por recuperar la democracia y libertad, a pesar de que no se haya podido juramentar aún el presidente electo.

En estos 25 años largos de bolivarianos en el poder, la ristra de elecciones ha sido la ópera bufa de la dictadura para asomar una cara de falsos demócratas. Las han manipulado, amañado y, en esta última ocasión, desconocieron al ganador obligándolo a salir del país, con la ayuda del gobierno español de Sánchez y la gestión en las sombras de Zapatero. Ahora han convocado a una jornada de elecciones regionales. La encuesta asegura que habrá una inmensa abstención, pues 83,7% no irá a votar. Ese es otro ardid de la dictadura para asegurarse la victoria con la mínima participación. Está claro que la sociedad venezolana sabe que esta otra convocatoria no tiene ninguna clase de garantía imparcial. El Consejo Nacional Electoral funciona al pairo del gobierno. Creen que los políticos que se presentan a esas regionales del 25 de mayo están vendidos al chavismo.

Las fuerzas armadas, desde donde partió este régimen y son el sostén principal del gobierno, los encuestados las rehúsan. Sienten vergüenza y rechazo por los militares, que representan el brazo armado contra la libertad de expresión. Lo expresan al decir que 78%, del país vive en un clima de persecución política contra todo aquel que parezca un opositor al chavismo. Finalmente, la presión de Mr. Trump a la dictadura, no parece tener muy esperanzados a los venezolanos, que desean el fin de esta pesadilla.


Carlos Pérez-Ariza es doctor en Periodismo por la Universidad de Málaga.

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