El municipio Jiménez, en el estado Lara, se llenó de fe y devoción la tarde de este viernes 24 de enero, cuando locales y visitantes del estado se unieron para acompañar a la Virgen de Altagracia en su recorrido desde La Ermita, hasta el templo matriz de Nuestra Señora de Altagracia.
Pasadas las 6:00 de la tarde, la imagen de la Virgen de Altagracia salió del templo La Ermita, mientras las campanas resonaban y el ministerio de música animaba a los fieles congregados.
La procesión, que comenzó a las 7:30 de la noche tras la misa oficiada por el arzobispo de Barquisimeto, Monseñor Polito Rodríguez Méndez, marcó el inicio de su visita número 141 al pueblo de Quíbor.
Durante la homilía, Monseñor Rodríguez Mendez expresó su gratitud a Dios por permitirle oficiar la eucaristía junto a la comunidad quiboreña.
También agradeció a los grupos de la parroquia La Ermita por el hermoso homenaje realizado a la patrona de Quíbor y recordó la importancia de la Divina Pastora, destacando que ambas figuras representan a la misma virgen en diferentes advocaciones.
El arzobispo invitó a los fieles a mantener su fe y devoción, viendo en María un reflejo de Jesús y una fuente inagotable de esperanza.
Las calles de Quíbor se llenaron de feligreses cuyos rostros reflejaban la fe y devoción hacia La Caimana de Quíbor, como es popularmente conocida la patrona del pueblo. Durante el recorrido, se escucharon numerosos testimonios de milagros y agradecimientos, evidenciando el profundo significado de esta celebración.
Rosa Porras, de 43 años, compartió su historia de devoción, revelando que lleva 22 años cumpliendo una promesa por la sanación de una enfermedad renal gracias a la intercesión de la virgen. Su testimonio es solo uno de los muchos que se escucharon a lo largo del recorrido hasta la iglesia matriz de Quíbor, donde las oraciones se centraron en pedir por salud, mejorías económicas y paz para el país.
El nombre popular de La Caimana se originó hace muchos años, cuando un habitante de Quíbor, en medio de una fuerte lluvia, fue arrastrado por la corriente y, al no recordar el nombre de la Virgen, comenzó a exclamar: “¡Caimana! ¡Caimana! ¡Sálvame!”. Tras ser rescatado, el nombre quedó asociado a la Virgen de Altagracia.
Al llegar al templo de Nuestra Señora de Altagracia de Quíbor, pasadas las 9:00 de la noche, la virgen fue recibida con un concierto católico a cargo del ministerio de música Mariba, encabezado por el párroco Efraín Pastrán de la iglesia Sagrada Familia de Nazaret del barrio San Francisco de Barquisimeto.
Dentro del templo, se ofreció un concierto de música instrumental por la banda oficial de conciertos del estado Lara, Maestro Antonio Carrillo, dirigida por el maestro Juan Carlos Rodríguez Bolívar.
La devoción y los cantos de amor y esperanza continuarán acompañando a la virgen en su recorrido, reafirmando el compromiso y la fe del pueblo quiboreño.













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