La posible venta de Monómeros Colombo Venezolanos ha reavivado las tensiones entre Colombia y Venezuela. La Superintendencia de Sociedades de Colombia, encabezada por Billy Escobar Pérez, anunció que la empresa será sometida a un control administrativo, argumentando riesgos de insolvencia relacionados con la financiación externa en caso de una venta de acciones. Sin embargo, aclararon que esta medida no implica una toma de posesión ni coadministración.
El presidente colombiano Gustavo Petro manifestó su rechazo a la venta en una carta dirigida a Nicolás Maduro, argumentando que Monómeros garantiza insumos agrícolas a precios justos para los campesinos colombianos. Petro advirtió que, bajo propiedad privada, la empresa podría modificar estas condiciones, perjudicando al sector agrícola de su país.
Este desarrollo ocurre en un contexto de creciente desconfianza entre ambos gobiernos, a pesar de la reanudación de relaciones diplomáticas en 2022. La exclusión de representantes colombianos de la junta directiva de Monómeros y la designación exclusiva de directivos de Pequiven y PDVSA, controladas por el gobierno de Maduro, aumentan la incertidumbre.
A medida que el panorama político internacional se complica, con la posibilidad del regreso de Donald Trump y nuevas sanciones contra Caracas, el futuro de Monómeros podría convertirse en un reflejo de las tensiones bilaterales. Las repercusiones de este conflicto aún están por definirse, mientras ambos gobiernos navegan por una relación marcada por desencuentros estratégicos.
3eravoz @soyjosecorrea
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