Ocho personas murieron y 2.750 resultaron heridas, entre ellas milicianos de Hezbolá, tras la explosión simultánea de equipos de comunicación de la milicia en diferentes puntos de Líbano.
Este incidente, considerado uno de los mayores fallos de seguridad en la historia de Hezbolá, es atribuido a una posible operación de los servicios secretos israelíes, el Mossad, aunque la investigación aún está en curso.
Las imágenes de heridos, entre ellos civiles y el embajador iraní en Líbano, han inundado las redes sociales. Mientras tanto, Israel se prepara ante una posible represalia.
3eravoz @soyjosecorrea
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