La memoria es una habilidad esencial para la vida diaria, permitiendo a los seres humanos almacenar, evocar y aprender información constantemente. Sin embargo, cuando falla, puede generar angustia y preocupación. Incorporar hábitos saludables y técnicas adecuadas puede fortalecer la capacidad de recordar y mejorar la calidad de vida.
Lisa Genova, licenciada en biopsicología y doctora en Neurociencia de la Universidad de Harvard, autora de “Recordar: la ciencia de la memoria y el arte de olvidar”, expresó que puede resultar más difícil acceder a los recuerdos con el tiempo y la edad. “Es perfectamente normal y no necesariamente indica enfermedad o dolencia, pero aun así puede resultar inquietante. Sin embargo, hay cosas que puedes hacer ahora mismo para volverte más resistente al olvido”, explicó en un artículo en CNBC News.
“Como neurocientífica formada en Harvard con más de 20 años de experiencia, cuando la gente me pregunta cómo puede mejorar su capacidad de recordar, me gusta compartir mis estrategias”, dijo. Aquí, son sus consejos:
La experta de Harverd recomienda crear una imagen mental de lo que se quiere recordar. Esto fortalece las conexiones neuronales y facilita la formación de recuerdos sólidos. Es útil escribir recordatorios en mayúsculas o resaltarlos para grabarlos en la mente. “Cuando creas una imagen mental de lo que estás tratando de recordar, le agregas más conexiones neuronales”, explicó Genova.
Las personas con buena memoria suelen tener una excelente imaginación. “Para hacer un recuerdo inolvidable, utilice imágenes creativas. Vaya más allá de lo obvio y agregue elementos extraños, sorprendentes, vívidos, divertidos, físicamente imposibles e interactivos a lo que está tratando de recordar”, afirmó la neurocientífica.
Genova también sugiere asociar lo que se está aprendiendo con la propia historia y opiniones. “Haz que lo que estás aprendiendo sea exclusivo para ti. Asócialo con tu historia y opiniones personales y fortalecerás tu memoria”, comenta Genova.
Las experiencias llenas de emoción o sorpresa, como bodas o nacimientos, son más fáciles de recordar. “La emoción y la sorpresa activan tu amígdala, que luego envía un mensaje alto y claro a tu hipocampo, en el cerebro: ‘¡Oye! Lo que está pasando ahora es extremadamente importante. ¡Recuerda esto!’”, dijo la especialista.
Los problemas de memoria son una inquietud común. Para mitigar estas dificultades, las expertas ofrecen siete estrategias prácticas:
La repetición fortalece los recuerdos. Ensayar una habilidad mejora la memoria muscular y la eficiencia en la realización de la tarea. “Los recuerdos musculares se vuelven más fuertes y se recuperan de manera más eficiente cuanto más ensayas una habilidad”, explicó Genova.
Las señales son cruciales para la recuperación de recuerdos. Pueden ser olores, canciones o momentos del día asociados con la memoria. “Los olores son señales de memoria especialmente poderosas porque el bulbo olfatorio envía fuertes entradas neuronales a la amígdala e hipocampo”, afirmó la especialista.
Usar listas, calendarios y notas adhesivas es esencial. No es una trampa, sino una manera de aliviar la carga del cerebro. “Escríbalos”, recomendó Genova. “Nadie puede recordar hacer cosas más tarde sin ayuda externa”, añadió Dolmatzian.
La recuperación de la memoria es más fácil cuando las condiciones coinciden con las del momento de aprendizaje. “Las circunstancias de aprendizaje también importan”, mencionó Genova.
“Necesitas dormir de siete a nueve horas para consolidar de manera óptima los nuevos recuerdos que creaste hoy”, explicó Genova. La experta expresó que si no se duerme lo suficiente, algunos de los recuerdos pueden ser borrosos, inexactos o incluso faltantes.
El estrés crónico afecta negativamente la memoria. Practicar yoga, meditación y ejercicios de atención plena ayuda a mantener el cerebro saludable. “El estrés crónico es una mala noticia para nuestra capacidad de recordar”, advirtió Genova.
El ejercicio regular es esencial para una buena memoria. Programas de ejercicio moderado pueden mejorar significativamente la memoria y las habilidades de pensamiento.
La actividad física es esencial para mantener una buena memoria. Un estudio de la Universidad de Harvard comprobó que seguir un programa de ejercicio físico moderado durante seis meses mejora la memoria y las habilidades de pensamiento. Otro metaanálisis publicado en Science Direct, demostró que actividades como correr, nadar, andar en bicicleta, bailar aeróbico o esquiar, ayudan a retrasar los efectos del envejecimiento en el cerebro.
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