Maracaibo no solo celebra sus 495 años de fundada, sino que también conmemora casi cinco siglos de una tradición gastronómica que es un tesoro inigualable, lleno de sabores que evocan la calidez de su gente y el alma vibrante de una ciudad que sabe a historia. No es exageración decir que cada bocado de nuestra comida cuenta la travesía de esta ciudad calurosa, pero siempre acogedora.
¿Quién en Maracaibo no ha disfrutado de un buen Yoyo? con esa mezcla exquisita de plátano frito, jamón y queso, todo cubierto de harina y frito nuevamente hasta quedar crujiente? Este plato, como muchos otros, refleja la capacidad de los Marabinos de crear algo grandioso con los ingredientes más simples. Hoy siguen siendo los reyes de las esquinas y los puestos de comida rápida, pero sus raíces vienen de mucho tiempo atrás, cuando los abuelos encontraban en el plátano un recurso inagotable de creatividad culinaria.
Y no se puede hablar de comida marabina sin mencionar el icónico patacón, esa combinación irresistible de carne, pollo o queso entre dos plátanos verdes fritos. El patacón ha resistido el paso del tiempo, adaptándose a las manos que lo preparan y a los gustos de quienes lo disfrutan, pero siempre conservando esa esencia que lo hace tan nuestro. Al igual que el inigualable cepillado, que refresca tanto como la brisa nocturna frente al Lago de Maracaibo, ese que sigue siendo testigo de nuestra evolución gastronómica.
La gastronomía Marabina, aunque ha cambiado y se ha modernizado, sigue anclada en sus tradiciones. Nuestros niños aun saboreaban las galletas de huevo y las acompañaban con una maltica bien fría, mientras nuestros abuelos sueñan con los dulces huevos chimbos, ese postre tradicional tan dulce como nuestra tierra. Y cómo olvidar la famosa agüita de sapo, 2tapas crocantes de arepas que cubren un rico y jugoso pernil, algo maravilloso en la ciudad.
!Ve, ya hasta se me hizo agua la boca escribiendo esto!
Pero si algo ha sido constante en nuestras mesas, es la macarronada, Este plato, que combina lo mejor de la pasta con sabores Marabinos como el suculento, queso palmito, sigue siendo el plato estrella de algunos domingos familiares, cuando la casa se llena de voces y risas que invitan a compartir.
Por no mencionar las mandocas, esos anillos de maíz, plátano y queso que te abrazan el alma en cada mordisco.
Y como no olvidar nuestros tequeños, también merecen una mención especial. Porque aunque el tequeño es conocido en toda Venezuela, en Maracaibo lo hacemos a nuestra manera: más grande, más crujiente, más queso… más Marabino.
La ciudad de Maracaibo celebra su fundación, y lo hace en cada cocina, en cada plato compartido, en cada receta que ha pasado de generación en generación. Desde el humilde pastelito hasta el elegante pabellón criollo, Maracaibo se ha hecho un nombre en el mapa no solo por su calor humano, sino también por su vasta riqueza culinaria. Y en este aniversario número 495, hacemos honor a nuestra ciudad honrando sus sabores, sus texturas y su tradición.
Maracaibo, nunca dejes de saber tan bien. ¡Salud por muchos años más de sabor Maracucho!
@soyjosecorrea
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