Por: Francisco Kiko Chávez
Cronista del Municipio Lagunillas
En mayo de 1987, la comunidad de Lagunillas vio concretado su sueño: la mudanza a la urbanización Nueva Lagunillas. Tras años de lucha contra el fenómeno de la subsidencia, que afectaba gravemente al casco central de la ciudad, los habitantes encontraron un nuevo hogar en este espacio diseñado para brindarles seguridad, bienestar y un futuro prometedor.
Nueva Lagunillas no era solo un conjunto de viviendas. Se trataba de un proyecto integral que contemplaba la construcción de un mercado popular, canchas deportivas y una escuela, elementos esenciales para el desarrollo de la comunidad. Este enfoque integral respondía a la visión de los profesionales de Maraven, quienes lideraron el proyecto con un profundo compromiso con el bienestar de los habitantes.
El 5 de mayo de 1987, un día grabado para siempre en la memoria de la comunidad, la señora Yolanda Perozo se convirtió en la primera residente en recibir las llaves de su nuevo hogar en Nueva Lagunillas. Junto a ella, Manuel Núñez, Adolfina Caceres, Antonio Lugo, Marina Antequera y Morela Perozo también dieron inicio a este nuevo capítulo en la historia de Lagunillas.
El 30 de mayo de 1987, la inauguración oficial de Nueva Lagunillas contó con la presencia del gobernador del Zulia, Dr. Omar Barboza, ejecutivos de Maraven, el presidente del Consejo Municipal de Lagunillas, Amin Davila, y una gran multitud de habitantes de Ciudad Ojeda. Este evento marcó un hito histórico, simbolizando la victoria de la comunidad sobre la adversidad y el inicio de una nueva era llena de esperanza.
A lo largo de 37 años, Nueva Lagunillas ha experimentado un crecimiento constante, consolidándose como una comunidad vibrante y resiliente. Sus calles, otrora marcadas por el temor y la incertidumbre, ahora son testigos del esfuerzo y la dedicación de sus habitantes por construir un futuro mejor.
La urbanización ha sido escenario de innumerables historias de lucha, superación y trabajo conjunto. Los residentes han demostrado su capacidad para enfrentar desafíos, organizarse y trabajar en pro del bien común, fortaleciendo los lazos de solidaridad y unidad que caracterizan a la comunidad.
Hoy, Nueva Lagunillas celebra su 37° aniversario con la mirada puesta en el futuro. Sus habitantes continúan trabajando por el bienestar de su comunidad, manteniendo vivo el legado de fortaleza y unidad que les ha permitido superar desafíos y construir un mejor porvenir. La historia de Nueva Lagunillas es un testimonio inspirador de la capacidad humana para enfrentar la adversidad y construir un futuro mejor.
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